Pregunta: ¿Cuál es la diferencia entre el placer espiritual y el placer habitual?
Respuesta: Recibes placeres corporales (animados) cuando tú mismo te satisfaces personalmente dentro de tus sensaciones. Se limitan a los deseos de comida, sexo, familia, riqueza, fama, poder y conocimiento. Estos son los placeres egoístas de nuestro mundo.
Recibes placeres espirituales, en cambio, al unirte a otros deseos (no a los tuyos, sino a los que te parecen externos, ajenos) basándote en el amor al prójimo. Entonces, al satisfacer los deseos de los demás, que se convierten en los tuyos, recibes placer.
Este placer es ilimitado y perfecto. Este placer se llama espiritual porque en él empiezas a experimentar placeres fuera de ti mismo. No están limitados por la calidad, la medida o el tiempo. Te incluyes en este proceso y así sientes el flujo eterno de la vida.
Estos deseos son interminables e ilimitados, y tienes la oportunidad constante de ampliarlos y satisfacerlos. Por eso, la sensación de este tipo de existencia se llama vida eterna.